lunes, 19 de abril de 2010

¿Las cosas buenas se pueden hacer en exceso?




Todos conocemos las ventajas de hacer ejercicio y estamos acostumbrados a que nos bombardeen a diestro y sinistro con recomendaciones sobre que debemos hacer más ejercicio. El tipo adecuado de ejercicio físico puede aportarte importantes beneficios físicos y mentales: te ayudará a fortalecer el corazón y los músculos y a reducir la grasa corporal, así como a tener menos probabilidades de padecer muchas enfermedades.
Muchos de los jóvenes de hacen deporte tienen la autoestima más alta que sus compañeros más sedentarios, y el ejercicio hasta puede ayudarles a estar menos decaídos debido a la liberación de endorfinas que se asocia la actividad física. Las endorfinas son unas hormonas que alivian el dolor y levantan el ánimo. Estas sustancias químicas se liberan en el cuerpo durante y después de la práctica del ejercicio y desempeñan un papel importante en el control del estrés.
Entonces, ¿cómo es posible que algo tan beneficioso pueda llegar a ser nocivo?
Mucha gente empieza a hacer ejercicio porque es divertido y le ayuda a sentirse bien, pero el ejercicio se puede acabar convirtiendo en un hábito compulsivo cuando se hace por motivos equivocados.
Algunas personas empiezan a hacer ejercicio para perder peso como principal objetivo. Aunque el ejercicio es una parte de una forma saludable y segura de controlar el peso corporal, muchas personas tienen expectativas poco realistas. Nos bombardean constantemente con imágenes publicitarias del cuerpo ideal: joven y delgado para la mujer; fuerte y musculoso para el hombre. Para intentar alcanzar ese ideal irracional, mucha gente acude a las dietas y en algunas personas esto acaba dando paso a los denominados trastornos de la conducta alimentaria, como la anorexia y la bulimia. Asimismo, algunas personas que se acaban frustrando porque la dieta no les da los resultados deseados, empiezan a hacer ejercicio compulsivamente para acelerar la pérdida de peso.
Algunos atletas piensan que, si entrenan más y más, obtendrán mejores resultados. Como Raquel, añaden sesiones de entrenamiento a las programadas regularmente para el conjunto del equipo sin consultar a sus entrenadores. La presión por rendir al máximo puede llevar a esas personas a hacer más ejercicio del saludable. El cuerpo necesita actividad, pero también necesita descanso. Un exceso de ejercicio puede provocar lesiones como fracturas y distensiones musculares.




¿Haces ejercicio de forma saludable?



La mayoría de expertos en condicionamiento físico recomiendan que los jóvenes hagan por lo menos 60 minutos de una actividad física de moderada a vigorosa cada día. La mayoría de los jóvenes hacen mucho menos ejercicio del recomendado (lo que puede ser un problema por distintos motivos), pero algunos –como los atletas- hacen más ejercicio del recomendado.
Los expertos consideran que pasarse de la raya repetidamente haciendo más ejercicio del que sería saludable es un indicador de comportamiento compulsivo. Es evidente que algunas personas necesitan hacer más ejercicio que el promedio recomendado, por ejemplo, los atletas que se están preparando para una competición importante. Pero entrenar varias veces al día cada día cuando uno no se está preparando para una competición es un signo de que probablemente se está haciendo ejercicio compulsivamente.
Las personas que son adictas al ejercicio también llegan al extremo de organizar sus vidas completamente en función de la práctica deportiva. Si pones los entrenamientos por delante de tus amistades, los deberes y otras responsabilidades, es posible que estés desarrollando una dependencia con respecto al ejercicio.

TRASTORNOS DEL COMER: la realidad para los adolescentes



¿Qué es un trastorno del comer?


Un trastorno del comer es una obsesión con la comida y el peso que hace daño al bienestar de la persona. A pesar de que todos nos preocupamos por el peso algunas veces, las personas con un trastorno del comer se van hasta los extremos para no aumentar de peso. Existen dos trastornos del comer principales: anorexia nerviosa y bulimia.



¿Qué es la anorexia?


Las personas con anorexia están obsesionadas por ser delgadas. No quieren comer y tienen miedo de aumentar de peso. Pueden estar continuamente preocupadas por cuántas calorías ingieren y por cuánta grasa tiene lo que comen. Pueden tomar tabletas para dieta, laxantes o diuréticos para bajar de peso. Pueden hacer demasiado ejercicio. Los anoréxicos usualmente piensan que están gordos a pesar de que están muy delgados. Las personas con anorexia pueden llegar a estar tan delgadas que pueden parecer como que están enfermas.



¿Qué es la bulimia?


Bulimia es comer una gran cantidad de comida de una vez (llamado atracarse) y luego vomitarla o removerla del cuerpo mediante el uso de laxantes (purgarse). Después de haberse atracado de comida algunos bulímicos ayunan (no comen) o hacen ejercicio en exceso para prevenir el aumento de peso. Las personas con bulimia también pueden usar diuréticos, laxantes o píldoras de dieta para "controlar" su peso. Las personas con bulimia con frecuencia tratan de esconder sus atrancones y purgas. Pueden esconder comida para atrancarse. Los bulímicos usualmente tienen un peso casi normal pero su peso puede subir y bajar.



¿Qué tiene de malo tratar de estar delgado?


Es saludable fijarse en lo que uno come y hacer ejercicio. Lo que no es saludable es estar preocupado todo el tiempo acerca de su peso y de lo que come. Las personas con trastornos del comer hacer cosas que perjudican su cuerpo por su obsesión acerca del peso. Si no es tratada, la anorexia puede causar los siguientes problemas de salud:

  • Problemas de estómago

  • Problemas del corazón

  • Períodos menstruales irregulares o la ausencia de los mismos

  • Pelo delgado en todo el cuerpo inclusive en la cara

  • Piel seca y descamada

Si no es tratada, la bulimia puede causar los siguientes problemas de salud:



  • Problemas de estómago

  • Problemas del corazón

  • Problemas del riñón

  • Problemas dentales (por vomitar ácido estomacal)

  • Deshidratación (no tener agua suficiente dentro del cuerpo)


¿Cuáles son las señales de alarma?



Las siguientes son posibles señales de alarma de anorexia y bulimia:


  • Preocupación exagerada acerca del peso corporal (inclusive si la persona no está pasada de peso)

  • Obsesión con las calorías, los gramos de grasa y la comida

  • Uso de cualquier medicamento para prevenir el aumento de peso (píldoras de dieta, laxantes, diuréticos)

Señales de alarma más graves pueden ser difíciles de notar pues las personas que tienen un trastorno del comer tratan de esconderlo. Fíjese en las siguientes señas:



  • Vomitar después de las comidas

  • Rehusar comer o mentir acerca de cuánto se comió

  • Desmayarse

  • Hacer demasiado ejercicio

  • No tener menstruaciones

  • Aumento de la ansiedad acerca del peso

  • Callos o cicatrices en el nudillo (por hacer fuerza para vomitar)

  • Negar que algo anda mal


¿Los trastornos del comer pueden ser tratados?



Sí. Para los anoréxicos, el primer paso es volver a tener un peso normal. Si usted está desnutrido o si está demasiado delgado es probable que lo pongan en el hospital. Probablemente, su médico quiere que usted vaya a ver a un especialista en nutrición para aprender a escoger comidas saludables y a comer a horas regulares. Tanto para los anoréxicos como para los bulímicos la consejería psicológica individual y en familia (hablar acerca de sus sentimientos con respecto a su peso y a los problemas en su vida) es útil.


http://familydoctor.org/online/famdoces/home/children/teens/eating/277.html

LÍPIDOS: grasas en la nutrición.


Las grasas, también llamadas lípidos, conjuntamente con los carbohidratos representan la mayor fuente de energía para el organismo.


Como en el caso de las proteínas, existen grasas esenciales y no esenciales.
Las esenciales son aquellas que el organismo no puede sintetizar, y son: el ácido linoléico y el linolénico, aunque normalmente no se encuentran ausentes del organismo ya que están contenidos en carnes, fiambres, pescados, huevos, etc.


Bioquimicamente, las grasas son sustancias apolares y por ello son insolubles en agua. Esta apolaridad se debe a que sus moléculas tienen muchos átomos de carbono e hidrógeno unidos de modo covalente puro y por lo tanto no forman dipolos que interactuen con el agua. Podemos concluir que los lípidos son excelentes aislantes y separadores. Las grasas están formadas por ácidos grasos.


En términos generales llamamos aceites a los triglicéridos de origen vegetal, y corresponden a derivados que contienen ácidos grasos insaturados predominantemente por lo que son líquidos a temperatura ambiente. (aceites vegetales de cocina, y en los pescados, ver cuadro)
Para el caso de las grasas, estas están compuestas por triglicéridos de origen animal constituidos por ácidos grasos saturados, sólidos a temperatura ambiente. (manteca, grasa, piel de pollo, en general: en lácteos, carnes, chocolate, palta y coco).


Las grasas cumplen varias funciones:
Energeticamente, las grasas constituyen una verdadera reserva energética, ya que brindan 9 KCal (Kilocalorías) por gramo.
Plásticamente, tienen una función dado que forman parte de todas las membranas celulares y de la vaina de mielina de los nervios, por lo que podemos decir que se encuentra en todos los órganos y tejidos. Aislante, actúan como excelente separador dada su apolaridad.
Transportan proteínas liposolubles.
Dan sabor y textura a los alimentos.


Las ácidos grasos insaturados son importantes como protección contra la ateroesclerosis (vulgarmente arteriosclerosis) y contra el envejecimiento de la piel. Estos vienen dados en los aceites de girasol, maíz, soja, algodón y avena. Siempre que se somete al calor a estos aceites, ocurre el proceso conocido como hidrogenación, cambiando su configuración a aceite saturado, por lo que su exceso es nocivo para la salud. (generando la aparición de ateromas - ateroesclerosis). La ateroesclerosis consiste en la formación de placas de ateroma que tapan la luz de las arterias.